viernes, 1 de abril de 2011

La historia que vuelve.

Hoy ha cruzado mi mente un pensamiento que ha movido lo más hondo de mi ser, se me ha puesto el bello de punta y si no hubiese estado en plena calle se me hubiesen saltado las lágrimas.

Alguna vez he escuchado que mi Turkey va patrás, y en realidad yo no puedo comparar, pero los Turcos lo dicen, y aquellos que han vivido en Turquía antes que yo lo dicen cuando vuelven de visita. No hablo de economía, hablo de la sociedad turca. Dicen que hay más mujeres con velo que nunca, que las jóvenes comienzan a llevarlo cuando sus famlias nunca lo han hecho. Es el momento de estar orgulloso de la religión y mostrarlo publicamente, con un velo. Un velo que no viene solo, incluye una indumentaria apática de colores oscuros y miradas reservadas, incluye relevar al género femenino a una posición cuestionable desde mi punto de vista.

Hoy he visto a dos chicas de instituto completamente cubiertas y he imaginado cómo se le dice a una madre o a una abuela que vas a llevar velo, cuando ninguna de ellas lo ha hecho. He imaginado el dolor de generaciones viendo como el esfuerzo progresista se va por el retrete, como los sueños de igualdad se desvanecen en una generación que viene de tu propia sangre.

¿Qué piensa esa abuela? ¿Qué dice? "Hija mía, ¿Cómo puedes hacerte ésto? ¿Cómo puedes hacer ésto después de tanta lucha, de tanto dolor?" ¿Dirán algo así? ¿o se quedarán con el dolor por dentro mientras ven cómo la sociedad que ellas construyeron se acerca al punto del que huyeron...?


He imaginado que yo soy esa abuela y el dolor me taladrado hasta que Ele me ha sacado de la burbuja con "¿Hanitah te encuentras bien? Parece que te estás mareando..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario