viernes, 11 de abril de 2008

El Lince y La Almizclera en la conquista pasiva del planeta.


Bueno pues se acabó, maleta terminada, cupieron los siete pares de zapatos.

No miento: Estoy nerviosilla, no nerviosa de miedito, miedosa de emocionadilla, de inquieta, de llevo dos horas dando vueltas por mi casa y aun no me he depilado. Nerviosa de "metí la comida en el horno hace una hora y tengo toda la casa llena de humo".

Ya sabéis, sólo os pido una cosa:

Por favor, ¡No os lo paséis demasiado bien mientras esté fuera que me da celos!




Que mi almohada está llena de cuando no estabas
de canciones que nunca cantabas,

de todo, de nada, de besos de esos que nunca me dabas,
y de un tiempo a esta parte decido soñarte...
...Duerme conmigo...

domingo, 6 de abril de 2008

Esto no es una canción de amor, es la historia de mi amigo Pequeño.



Mi amigo Pequeño es como diría mi madre un pez de colores en un estanque de pirañas, un precioso pez de escamas brillantes, todo ternura. Pequeño se enamoró de un magnífico gato, el más sibilino y elegante que nunca se había visto.

Gato pasaba horas con Pequeño y le encantaba su compañía, le chiflaba la admiración con la que pequeño escuchaba sus charlas y el entusiasmo de su risa. Acabó queriendo a Pequeño, era inevitable, que mi amigo es muy bueno.

Pero los gatos tienen su propia naturaleza, y Pequeño no comprendía por qué nunca podía sentirse cerca de Gato, por qué éste era esquivo y solitario, así que le habló de la amistad y del amor. Gato nunca creyó que esas cosas tuvieran que ver con él. Aunque envidiaba el mundo submarino de su amigo el pez.

Pequeño sabe que se le agota el tiempo y piensa en Gato cabizbajo, pensando en el momento en que él se marche a otro sitio y no quiera llevar la pecera consigo.

Yo lo miro y no sé si decirle que las cosas son así y el mundo una mierda, o que lo gatos son gatos y no puede esperar que sean fieles compañeros. Mejor me callo.

Te miro y tiemblo...

sábado, 5 de abril de 2008

Toca de Ocas.


No hay nada que me haga sentir más vacía que no hacer nada en todo el día.

Mañana por mucha fiebre que tenga me dedico a estudiar, que eso no deja lugar a los devaneos mentales. Quiero estar en el campo, no quiero estar encerrada.

...encuentro sentido al seguido del punto del fin.