domingo, 6 de abril de 2008

Esto no es una canción de amor, es la historia de mi amigo Pequeño.



Mi amigo Pequeño es como diría mi madre un pez de colores en un estanque de pirañas, un precioso pez de escamas brillantes, todo ternura. Pequeño se enamoró de un magnífico gato, el más sibilino y elegante que nunca se había visto.

Gato pasaba horas con Pequeño y le encantaba su compañía, le chiflaba la admiración con la que pequeño escuchaba sus charlas y el entusiasmo de su risa. Acabó queriendo a Pequeño, era inevitable, que mi amigo es muy bueno.

Pero los gatos tienen su propia naturaleza, y Pequeño no comprendía por qué nunca podía sentirse cerca de Gato, por qué éste era esquivo y solitario, así que le habló de la amistad y del amor. Gato nunca creyó que esas cosas tuvieran que ver con él. Aunque envidiaba el mundo submarino de su amigo el pez.

Pequeño sabe que se le agota el tiempo y piensa en Gato cabizbajo, pensando en el momento en que él se marche a otro sitio y no quiera llevar la pecera consigo.

Yo lo miro y no sé si decirle que las cosas son así y el mundo una mierda, o que lo gatos son gatos y no puede esperar que sean fieles compañeros. Mejor me callo.

Te miro y tiemblo...

2 comentarios:

  1. Jo!
    Pobre Pequeñito y pobre Gatito!

    :(

    (menos mal que existe el móvil...)

    ResponderEliminar
  2. sabía que tenías arte pero no sabía que eras una artista escribiendo, solo quiero decirte que me ha parecido preciosa la historia.

    ResponderEliminar