martes, 9 de agosto de 2011

El gusano, el primero y yo

Está lloviendo.

He bajado al mercado, la calle estaba por completo en silencio, silencio absoluto, habría algún coche, algunas personas, pero tanto silencio me ha dado miedo. Nunca había notado que aquí siempre hay silencio, esta ciudad no tiene ruido propio.

También yo llevo silencio ahora por dentro, pero donde está éste antes había otras ilusiones, y esque tengo un gusano por dentro que se está comiendo mis posibilidades, mis ganas y mis modos de buscar el cómo-hacer. Cuanto más avanza el gusano, más avanza el silencio. Hay días que lo noto morderme por dentro, y sé lo que significa: no vas a encontrar, no lo vas a conseguir... Yo sé que mi gusano tiene razón, y cada tarde sin nada que hacer noto como muerde más fuerte, cómo es más difícil escuchar a mi padre pedirme que vuelva ya.

Pero dos veces al día vienes con hambre canina, a decir tonterias, hacerme rabiar y desrabiarme con besos , y ya ni es tan grande la soledad ni mis posibilidades tan pequeñas. El gusano se retira y yo me olvido de que me siento tan llana que el viento podría tumbarme en cualquier momento.

3 comentarios: