miércoles, 26 de mayo de 2010

Lo que nunca será.

Podría partirme la garganta llorando, quedarme fónica y tener ganas de vomitar de tanto contraer el diafragma con los hipidos. Pero no es mi estilo.
Podría convertirme en un zombie viviente que sólo mira al infinito y contesta con medias sonrisas, a veces caeré en ello. Pero tampoco quiero que sea así.

Voy a hacerme de corcho, a alojarte en alguna parte olvidada de mí. Para no ser consciente de lo mucho que te llevo dentro.
Voy a seguir, llegaré a casa con las horas justas de dormir y saldré con el tiempo justo de llegar.

Al final todo es hasta que deja de serlo.
Buenas noches ;)

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