miércoles, 29 de abril de 2009

Solicitud de dedos cruzados.


No sé cuándo escribí mi primera carta. 
Quizás fuera para Lina María. Luego con los años empecé a escribirme con mis compañeras del cole cuando pasábamos los veranos separadas.

Hace ya años que no escribo una carta de verdad. Cartas de verdad, folios escritos por las dos caras con frases infinitas porque la emoción no me deja colocar ni un punto. Todas las comas hilvanaban unas con otras en las pocas cartas que envié a Laurence a cualquier parte. Probablemente esas fueron las últimas.

Ya no lo hago porque internet cambia sellos por arrobas más baratas y rápidas.

Hay veces que la historia no cambia mucho a cuando tiraba la carta al buzón. Acabo de enviar un email y me han asaltado las mismas dudas que cuando era pequeña "¿La perderá el cartero?" "¿Y si llueve mucho y se borran las letras?" "¿Se me ha olvidado poner el CP?"

Hoy he enviado la solcitud para  una cosa muy muy guay. Cruzad los dedos por mi.

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