
He llegado corriendo al ordenador antes de que se me escurra esa felicidad. Como si la ducha me fuera a quitar la peste a humo y la alegría que corre por las venas.
Ahora que estoy frente a la pantalla con las botas todavía puestas no sé exactamente qué quiero escribir. Sólo se que vuelvo con algo que antes no tenía, treinta no son tantos si se ve con optimismo. Tampoco he pasado tan mala noche, porque las penas compartidas con Baloo son menos, maravilla de vvll.
Vuelvo con la sensación de tener verdaderas ganas de compartir mi tiempo con el kraal. Creyendo q la promesa de este será un gran año va tomando forma, y no es optimismo, es un sentimiento en la comisura de los labios.
Veo las ganas generalizadas y no sé si es que veo mi propia ilusión en los demás o que de verdad algo ha cambiado.
Sólo queda que al volver a la casa estén mis cinco para contarles aventuras y lamentar el próximo madrugón, ir a la cama con alguien a quien susurrar cosas al oido... y ya está mi mundo completo. ¿Qué más puedo pedir?
Qué bién qua rompí aquella promesa que decía que la pasada ronda sería la última.
¡Os quiero mucho a todos y a todas!
Emulando a mi compi de piso, el maestro, que dice los mismo cada viernes cuando despide a sus nenes de seis años.
Estas ganas de vivir no caben en una canción...
...Y dime si sientes lo mismo
...Y dime si sientes lo mismo